No os penséis que no he hecho nada en mi horno desde la última entrada que publiqué en el blog, he hecho bastantes cosas, tartas, galletas, colaboraciones, talleres solidarios...pero me resulta muy difícil utilizar a la vez el horno y el ordenador, por eso voy colgando todo rápidamente en mi twitter según lo preparo y las entradas en el blog van saliendo más despacio, lo siento, no doy para más.
El otro día fui a comprar los turrones, los mazapanes, el vino, el cava... todas esas cosas que hacen que perdamos el sentido y encontremos unos cuantos kilos en Navidad. Y todos los años me pasa lo mismo cuando compro los polvorones, que se acaban las navidades y todavía me queda media caja de polvorones Pues este año, cuando cogí la caja de polvorones...la volví a dejar en su sitio, con el firme propósito de hacerlos yo. Y, como no podía ser de otra manera, tratándose de mí, no tenía ninguna receta preparada. Total, que llegué a casa con la compra, saqué una barra de mantequilla del frigorífico, coloqué la compra, preparé la cena, cenamos, recogí , eché a todos de la cocina....y me puse a buscar una receta. Las recetas que encontré llevaban manteca de cerdo, y como yo no tenía, (ni pensaba comprar manteca de cerdo, porque me parece mil veces más sana la mantequilla), ni tenía aguardiente (que venía también en las recetas), ni canela en polvo, ni pensaba hornear durante una hora la harina para tostarla, (como ponía en las recetas que encontré, porque me parece un gasto de luz innecesario)....pues que la receta final, se parece a las demás, en que los polvorones llevan harina y azúcar glass. Así que, aunque siempre cito al autor de las recetas, si lo conozco....en este caso os diré que me he inventado unos polvorones con mantequilla que están estupendos
Aquí os pongo, lo primero, la foto, para que veáis que bonitos quedaron.
Ingredientes: Para 25/30 polvorones
- 450 grs. de harina común
- 250 grs. de mantequilla sin sal
- 90 grs. de azúcar glass
- 4 cucharadas soperas de anís
- 1 canela en rama
- azúcar glass para espolvorear
Antes de comenzar, pon las cuatro cucharadas de anís en un vasito, y parte la canela, para dejarla remojándose bien en el anís.
Prepara todos los demás ingredientes. La harina y el azúcar tienen que estar bien tamizados y la mantequilla a temperatura ambiente, en pomada.
Como ya os he explicado antes, en las recetas que encontré, ponía que hay que tostar la harina, para que tenga ese sabor especial, pero en todas las recetas ponía que hay que tostarla durante una hora en el horno, a 100/120 grados, durante una hora, removiendo de vez en cuando. A mí esto me dio una pereza....Recordé a mi madre, cuando yo era niña, sé que tostaba la harina en la sartén, lo que no llego a recordar era para que receta, pero bueno, eso ahora da igual. Total, que saqué una sartén grande, la puse al fuego medio/alto , sin aceite ni nada y allí empecé a remover mi harina, con cuidado de no apelmazarla. Al principio no aprecias nada, luego empiezas a ver cómo pierde la humedad, y después ya ves como se va dorando, con cuidado de que no se queme, sin parar de remover. Cuando ya está la harina tostada la dejas enfriar, yo la volví a tamizar, creo que le vino bien.
Colocas en el bol, la harina, ya del tiempo, la mantequilla en pomada, el azúcar glass tamizado y cuelas con el colador el anís que tienes con la canela y lo añades. Le das entonces al botón, o te preparas para darle a la cuchara y mezclas todo.
Enciendes el horno, a 180 grados y preparas una bandeja con papel de horno. La masa tiene la misma consistencia que los polvorones, se desmiga, no te preocupes. Coge un aro de cortar galletas, del tamaño que más se aproxime al de un polvorón y ves introduciendo en él la masa a cucharadas pequeñas y compactando la masa, para que quede con la forma del aro, aprieta bien la masa. Cuando tengas una altura de aproximadamente un centímetro de alto, e igualado, lo empujas con la cuchara, plana, poco a poco, para que no se rompa y retiras el aro con cuidado. Yo los monté directamente sobre la placa, con cuidado de no llenar todo de migas, para no tener que arriesgarme a que se partieran al llevarlos de un lado a otro. Cuando tengas lista toda la bandeja, la metes en el horno y la dejas 10 minutos. Yo fui preparando la otra bandeja mientras tanto. Cuando los saques del horno déjalos enfriar en la bandeja en la que los has horneado para que no se te rompan. Yo los dejé enfriar en las bandejas hasta el día siguiente, porque se me hizo muy tarde. A la mañana siguiente los pasé por el azúcar glass y los puse en el plato para la foto y después los envolví en papel de seda. Quedaron muy bonitos.
Hoy es día 20 de Diciembre, quedan 4 días para la Noche Buena, y ya solamente me quedan 3 polvorones. Creo que es la prueba de que están muy buenos.
Espero que te gusten, un besico y ¡¡¡Feliz Navidad!!!
