La hice prácticamente de tamaño folio. El dibujo lo bajé de internet. Es fácil de hacer, solamente necesitas tener muuucha paciencia. Cuando ya has decidido que dibujo quieres hacer, preparas la galleta. Es importante que primero sepas que es lo que quieres pintar antes de ni siquiera sacar la mantequilla del frigorífico.
Una vez horneada y fría la galleta tienes que hacer todo el dibujo con un rotulador comestible. Aunque te cueste, no te dejes nada sin pintar, tienes que cuadrar perfectamente todo ell dibujo antes de empezar con la glasa.
Cuando ya tienes todo el dibujo en la galleta vas pasando todas las líneas a glasa. Cuando tengas todo marcado vas rellenando los huecos. Por último los dorados y los plateados y los pequeños detalles pintados con pincel. Me costó bastante rato, pero no se me hizo pesado porque me gustaba como iba quedando.
Yo creo, pero de verdad, que el cariño se transmite a la comida que se prepara. Por eso, las tortillas de mamá son las más buenas. Con las galletas pasa algo parecido, como las preparas con cariño, con cuidado, con ilusión...pues están buenísimas.