martes, 27 de mayo de 2014

Mi viaje a Camerún.

Antes de nada, disculparme, si hay alguien a quien esta entrada no le parece adecuada...le pido mis más sinceras disculpas. Pero este blog no es un blog convencional.
Acabo de volver del Camerún.He estado allí con unas amigas durante 12 días. Ha sido...intenso. Los habituales del blog habréis visto una entrada programada un poco...poco habitual. .
Cuando comencé con este blog, tenía claro que no pensaba contar demasiadas cosas personales, ese es uno de los motivos por los que en mis datos personales apenas figura nada. Pero este viaje...., necesita una reflexión profunda e intima.
Cuando preparaba el viaje, yo tenía una imagen del Camerún y de las misiones del tercer mundo totalmente idealizada. En parte, porque yo tiendo a ver todo de color de rosa, y en parte, porque quienes me han transmitido esa imagen no se han acercado ni mínimamente a la realidad que yo he visto allí.
Yo esperaba encontrarme un montón de niños negritos, que pasan hambre, pero que son felices y están a gusto con sus familias. Yo estaba segura de que a la vuelta traería palabras de admiración hacia ellos, por su fuerza ante las dificultades y su ánimo para prosperar en la vida, tener un futuro, no pasar por la vida sin pena ni gloria. Pensaba encontrar personas pobres económicamente pero ricas espiritualmente.
Ciertamente, he encontrado personas muy ricas espiritualmente, a las que me alegro de haber conocido gracias a esta viaje. Ha sido una suerte compartir estos días con ellas.
Su trabajo es el futuro. Porque si ellos no estuvieran ahí... ¿qué pasaría con toda esta gente? Nadie haría el trabajo que ellos están realizando. Porque no se trata sólo de un plato de arroz.
Me acabo de encontrar con un conocido , justo aquí, en la esquina de mi casa. Me ha preguntado qué tal nos ha ido el viaje, y no he sido capaz de decirle que bien. Estoy impresionadísima por lo que he visto, me duele el alma.
He visto niños tristes, porque tienen hambre. Hambre de comida y de afecto.
He visto una escuela para niños ciegos, minusválidos, abandonados..., pero muchos. Lo increíble de la situación , es que tenían suerte de estar recogidos allí porque nadie les quería. La escuela en sí, el entorno donde estaba situada..., fue muy impactante. Fue mi primer contacto con la pobreza absoluta.
He visto un hospital. Allí había de todo, partos, operaciones, enfermos, pacientes con enfermedades terminales a los que les habían echado de sus casas....
He visto niños solos. Niños a los que si mañana les pasara algo, y desaparecieran, nadie les lloraría.
He acariciado a un niño y he visto cómo se me quedaba dormido del gusto y la falta que le hacía esa caricia de una total desconocida.
He visto a mujeres solas, con necesidad de un abrazo, y de una sonrisa, y de sentir que le importa a alguien, aunque solamente sea por un momento.
He visto la pobreza absoluta. Gente que no tiene nada. Pero lo peor no es que sean pobres economicamente, sino que no tienen esperanza ninguna en la vida. Viven resignados, han perdido la ilusión, la esperanza, el futuro..., el suyo y el de los que les precederán.
He visto cosas que yo no había visto nunca, la miseria, el abandono....
Me sorprendo a mí misma recordando así el viaje. Tendría que quedarme con lo bueno, con todas las personas que trabajan duro allí, y con las cosas grandes que todas ellas hacen. Recordarme que es para eso exactamente para lo que están allí las misiones y los misioneros. Pero me ha dolido tanto ver a toda aquella gente..., esa forma de vida que no es vida.
No sé si es bueno o malo, pero no siento ninguna necesidad de vender todos mis bienes terrenales y entregárselos a los pobres. Quizás me esté justificando, pero creo que esa no es la solución a los problemas que hay allí. Esa gente necesita un cambio de actitud ante la vida.
Tenían razón cuando me decían que allí se podía ver el evangelio por todas partes. La resignación, la indiferencia, la falta de cariño...., necesitan que llegue alguien para decirles que Dios les ama. Que para Dios son importantes, que siembre en su corazón la esperanza. Que les enseñe a amar la vida, a sus hijos, a sus mujeres, a sus maridos, a sus enfermos... Para eso están allí las misiones y los misioneros.
Hace 2000 años que Dios nos mandó a su hijo para que nos explicara de que va esto de la vida. Nos dejó un mensaje claro. El amor de Dios, el amor a Dios, el amor al prójimo, el amor a la vida que Dios nos ha dado, el respeto, los valores..., la piedad.
Son ahora todos estos hombres y mujeres que entregan, literalmente, su vida por amor a Dios y al prójimo, los encargados de transmitir ese mensaje, y desde luego, que no es una tarea sencilla ni cómoda.
Pienso que ese mensaje debe de tener dos direcciones, por un lado, transmitir la fe a aquellas personas, ayudándoles en este difícil camino que tienen por delante. Lograr un cambio de actitud ante la vida.
Por otro lado, creo, pero igual estoy confundida, que la imagen que recibimos acerca de las carencias que hay en estos países está difuminada. Igual deberían de hablarnos más claramente de los problemas reales que existen allí. Creo que el mensaje de que aportemos una ayuda económica para colaborar con las misiones del tercer mundo, porque allí no tienen ni comida, ni libros, ni ropas, ni lo mínimo, se ha quedado demasiado acomodada en un rincón de nuestro cerebro y ya no nos causa ningún efecto..
A pesar de que estoy muy impresionada por lo que allí he visto, me alegro de haber ido. Personalmente me va a ayudar a apreciar todo lo que tengo en mi vida. No solamente lo material, también todo el amor que me rodea, y que a veces no valoro lo suficiente.
Quiero subrayar el trabajo impagable, constante, durísimo, de tantas personas que hay allí, que trabajan con gran esfuerzo, con peligro para su propia salud, simplemente por amor al prójimo.
Quiero también dar las gracias a todos los que nos han atendido, recibido, compartido su mesa, sus casas, su cariño...., por el trato tan agradable que hemos recibido estos días, ha sido, realmente, estar en familia.
Y por último, quiero daros las gracias a todos los que habéis estado preocupados por mi viaje. Quiero pediros, que en la medida de lo posible, os sensibilicéis con esta realidad. Realmente da igual si eres creyente o no, si tienes mucho dinero o tienes que controlar los gastos para llegar a fin de mes, si eres alto o guapa, o listo, o simpática, o morena , o te gusta hablar de política, o tu equipo de fútbol va fatal, o si mañana tienes hora en el dentista, o si estás cansada y te duelen los pies, o si no sabes que preparar mañana para comer... Todas estas cosas de nuestra vida de aquí, dan todas igual. Porque mientras nosotros estamos en este nuestro mundo, a la vez, hay gente el aquel mundo que lo está pasando realmente mal. Tan mal, que si tu lo vieras con tus propios ojos, te dolería tanto como me ha dolido a mí.


viernes, 16 de mayo de 2014

Lo necesito ( II ) Batidora- amasadora de mano


Mis palabras exactas fueron: "¡me voy a meter en la cocina a preparar pastelitos y me vais a dejar todos en paz!" Ya sabéis todas las que tenéis hijos, y en algún momento estáis hasta el gorro de todos, el tono exacto de estas "dulces y delicadas" palabras, que solamente una madre sabe pronunciar con la entonación adecuada.
Esa misma tarde Juan Carlos me llevó a un centro comercial a comprar la batidora- amasadora de mano.
La verdad es que no miré ninguna más. Es como si estuviera en la entrada esperándome. No me pareció cara, aunque tampoco sabía cuanto costaban esos aparatos, pero ya tengo otros pequeños electrodomésticos de la misma marca y me van muy bien.
Y dicho y hecho, a los cinco minutos ya estábamos volviendo a casa en el coche. Es curioso, pero ese día a nadie se le ocurrió decir que quería, de paso, mirar algo para el ordenador, o el teléfono, o un juego....Creo que no estaba "el horno para bollos".
Pues dicho y hecho!! En cuanto llegué a casa, lo primero que hice fue encender el ordenador y empezar a buscar recetas. Tenía unas ganas tremendas de estrenarla. Pero..... me encontré con las galletas decoradas. Y con un montón de blogs, tutoriales, vídeos, fotografías, consejos.... vamos! que tardé tres días en enchufar la máquina. Ya sabía lo que quería hacer, galletas decoradas, pero ahora quería aprender todo lo posible antes de ponerme a prepararlas, porque quería que me salieran estupendas. Esa es la razón por la que os digo siempre, cuando me preguntáis, que no tengáis prisa, que miréis, comparéis, investiguéis, aprendáis de nuestros errores, preparéis todo con calma...., para que luego no os desmoralicéis, para que os salgan unas galletas bonitas y buenas y tengáis ganas de seguir "pensando en galletas".
Ya no empleo esta amasadora para hacer galletas. Pero  la sigo teniendo en un cajón de la cocina a mano, porque sigo utilizándola.



Te la recomiendo para todo: hacer masa de galletas, bizcochos, levantar claras, montar nata, hacer masas para crepes, tortitas... Las masas de pizza las preparo manchando solamente un bol grande y luego las estiro directamente sobre la bandeja del horno, un invento!!!
Te la recomiendo, es imprescindible si te gusta la repostería, es rápida, eficaz y se guarda facilmente.

miércoles, 7 de mayo de 2014

Buttercream de Ferrero Roche

Esta es la receta para preparar una buttercream.
Pregunta del millón: ¿Qué es una buttercream? Respuesta: Es una crema de mantequilla con azúcar.
Así, tal cual, suena fatalito. Te imaginas comiendo mantequilla con azúcar a cucharadas, y da como mucho ascazo. Pero no, todo lo contrario. La buttercream es una crema deliciosa, que no sabe nada a mantequilla.
Segunda pregunta del millón: Pero...eso... Tiene que engordar muchísimo!!! Respuesta: Pues sí.  Si te pones hasta los ojos de buttercream pues sí que engordarás muchísimo. Pero si tres veces al año tomas un trozo razonable de tarta o un cupcake con buttercream....pues no es tan grave. Pero, si te va a ocasionar un trauma insuperable el comer algo que engorda mucho, aunque sea un trozo muy pequeño....pues no lo comas. Para los demás, animaros a prepararla y a comerla con moderación, está muy buena.
Tengo que reconocer que yo tenía muchos prejuicios la primera vez que probé la buttercream. La probé, hace ya bastante tiempo, en unos cupcakes que me regalaron, y simplemente me encantó.
Tercera pregunta: ¿Para qué sirve la buttercream? Para que el fondant, la capa preciosa que decora la tarta se nos fije a la tarta, se quede pegada.
Ofrece muchísimas posibilidades en cuanto a sabores, hace las tartas de fondant y los cupcakes muy jugosos y además de que no necesita conservarse en el frigorífico dura varios días.
Os pongo la receta de la buttercream de Nuttella. Realmente no sabe a Nuttella, sabe a bombones de Ferrero Roche. Hacer la prueba. Cuando la preparéis no digáis que lleva Nuttella, y veréis como todo el mundo os dice que sabe como los bombones.
Ingredientes:
-250 grs. de mantequilla a temperatura ambiente
-250 grs. de azúcar glass
-6 cucharadas soperas de Nuttella

Batimos la mantequilla con el azúcar glass tamizado, durante 8/10 minutos. Después incorporamos, mientras seguimos batiendo, la Nuttella, cucharada a cucharada.
A mí me gusta utilizar azúcar glass normal, porque me resulta agradable su textura.



jueves, 1 de mayo de 2014

Lo necesito (I) Spray desmoldante

Cuando lo recuerdo me sonrío. Es como si fuera ahora mismo. Entonces no me hacía mucha gracia, pero ahora..., se ha convertido en una frase habitual en casa.
Mi hija hablaba perfectamente antes de andar. Una de dos, o hablaba muy pronto, o anduvo muy tarde.
Imaginaros un medio palmo de niña, morenita, con sus coletas y su flequillo, hablando perfectamente claro, con su voz de pito, señalando todo lo que le pudiera apetecer en cualquier momento y diciendo: mami, "lo necesito". Tooodo lo necesitaba.
Hoy tiene 16 años y sigue "necesitando" demasiadas cosas, pero ahora, cuando quiere algo y me mira con ojos de pedir.... nos reímos y decimos a la vez que "lo necesita".
Bueno, pues con esta entrada queda inaugurada oficialmente la sección de "lo necesito".
Y tú pensarás...¿realmente lo necesitas? Pues no, o pues sí. Hasta ahora me he pasado sin ello, pero me alegro de haberlo comprado y tengo claro que cuando se me acabe compraré otro.
Os presento el  "lo necesito" de hoy.
Spray desmoldante.

Es un gustazo. Hasta ahora yo les hacía un traje a medida a mis bizcochos. No me gustaba untar de mantequilla y espolvorear los moldes, porque no me gusta la costra que queda en los bizcochos, así que untaba los moldes con aceite de girasol y les hacía un perfecto traje a medida con papel de horno, marcando la forma, recortando...., la verdad es que era una lata, pero compensaba por lo bien que salían después del molde. Pero ahora mi vida a cambiado. Lo compré porque me lo ofrecieron donde compro el fondant, y me pareció mal decir que no, total no era caro. Solamente tienes que coger el molde y echarle el spray como si estuvieras poniéndole laca, después echas tu masa de bizcocho y al horno. No tiene ni sabor ni olor ninguno. Os lo presento porque estoy viendo que es un gran desconocido en la repostería de vuestras casas, y os aseguro que es una buena inversión. Probarlo.