martes, 11 de marzo de 2014

La tarta de Marta.

Hacer tartas para niños es todo un reto. Sobre todo, porque no sé porqué, pero parece que a los niños de ahora no les gustan mucho las tartas. Cuando los padres te dicen eso de... comeremos solamente los mayores, los niños ni la probarán, porque no son muy de tartas. Entonces... tienes un doble reto: que a los niños les guste tanto la tarta a la vista que no puedan resistirse a probarla, y que cuando prueben un trocito les guste tanto que quieran más. Por suerte yo tengo en casa a mi mayor crítico, mi hijo, que la verdad, me sirve de gran ayuda.
Antes de seguir hablando de la tarta, quiero dar  las gracias, a los papás de Marta, por dejarme publicar esta fotografía.

La tarta me la encargó Alicia, la madre de Marta. Cuando me llamó por teléfono y le pregunté como quería la tarta casi me da la risa. Alicia me contó que Marta hace gimnasia rítmica, y seguro que le encantaría una tarta color rosa, con una gimnasta pelirroja (aunque no se aprecia bien en la fotografía, Marta, es pelirroja), con un moño y con una cinta de gimnasia color rosa. Y que le pusiera también algo relacionado con la música. También me dijo que si no se la podía hacer así, que le hiciera lo que yo quisiera.
Es una suerte que por teléfono no pudiera ver mi cara, porque me quedé muerta. Pero si eso era lo que le iba a gustar a Marta...
Alicia es mi amiga, la quiero un montón, pero entre la descripción que me hizo de la tarta, y que me pidió una tarta para entre 10 y 16 personas....no me lo puso demasiado fácil.

Por favor, Alicia, si lees esto,acuérdate para la próxima, que entre 10 y 16 raciones hay una tarta de diferencia!!

Para llegar hasta aquí....pues fue complicado. La muñeca intenté prepararla con bastante anticipación, y menos mal, porque hasta dos días antes de entregar la tarta, y después de tres intentos, no conseguí una muñeca a mi gusto. Mi mayor complicación es que me gusta entregar todo recién hecho, y eso no deja mucho margen para errores. El peor momento: la noche anterior al día de la entrega; le partí un brazo a la muñeca, cuando estaba montando la tarta. Como la muñeca era el centro de la decoración, intentaba colocarla lo primero para luego poner las demás decoraciones alrededor. Casi me da algo. La solución: un palillo por dentro del brazo, bien untado en pegamento comestible, reposo e inmovilización para la muñeca, y para mí un vaso de leche y a dormir. Hay veces que lo ves claro, no estás en tu mejor momento, es mejor irse a la cama y ponerse el despertador temprano para terminar tranquilamente al día siguiente.


Tres horas después de que sonara el despertador ya estaba la tarta decorada.
Lo mejor de esta tarta: pues, por un lado, ver la cara de Marta cuando abrió la puerta y vio su tarta, y además, que tanto Marta, como su hermano Oscar, comieron un trozo de tarta cada uno, y dijeron que estaba buena!!!

El bizcocho era el clásico de yogur, que aguantó perfectamente otro piso encima sin tener que ponerle "andamios", el relleno:, una buttercream de Ferrero Roché, abundante, como veis en la fotografía, y el fondant neutro, sin sabor. La decoración es toda de fondant (menos el palo de la cinta), y el maillot y las zapatillas de la gimnasta son de glasa.

Espero que os guste.


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